En mi armario, donde conviven todos los seres textiles y allegados, cada prenda tiene su sitio asignado, su orden, su altura en el cajón, su hueco en una percha. Intentan convivir pacíficamente y bajo un orden más o menos lógico; los de un color por aquí, los de otro por allá, las prendas largas a este lado, las cortas al otro…
Pero hay un grupo de elementos, un colectivo con identidad propia, y que juega un papel muy importante como punto de cohesión entre otras prendas: el cinturón. Pese a que todos los pantalones le buscan para salir del armario, el pobre cinturón no acaba de encontrar su hueco en la sociedad. Ha probado a dormir en el lugar del que penden todas las perchas, la barra del armario, pero a menudo acababa escurriéndose, entre sueño y sueño, y perdiéndose entre los jerseys que están abajo en la estantería. Últimamente, fue una percha la que amablemente les dio cobijo, pero los cinturones no encontraban la estabilidad, y la percha acababa escorándose hacia un lado, por lo que todos los cinturones acababan unos encima de otros, en el más absoluto caos y desorden.
Así transcurría la vida de los cinturones, en una sociedad en la que no acababa de encontrar su lugar, pese a que sí sentía que el resto de los compañeros textiles le apreciaban y buscaban su compañía. Hasta que un buen día… una bombilla se iluminó! Y llegó el percherón!!!
Qué es el percherón? Es la percha para el cinturón, un hábitat que intenta acoplarse a sus necesidades (estabilidad) y a la población existente (anchos y materiales diferentes). El percherón dispone de cierre centralizado (un cierre central, y uno a cada lado), para asegurar que cada cinturón podrá reposar tranquilamente, sin miedo a caerse o a ladearse y desestabilizar al resto de compañeros. Además el percherón se adapta a cualquier tipo de percha, ya sea de madera, plástico, etc., por lo que asegura una mudanza cómoda y rápida.
El percherón ha nacido con un primer prototipo, en el que ya pueden observarse elementos de mejora; tal vez sea conveniente eliminar el cierre central y dejar los laterales, para permitir la libertad y holgura de los cinturones en su caída libre.
¡Comienza una nueva y colorida etapa para el cinturón!
Eva Sánchez.
Julio 2014.
